Respecto a 2001…,
no sé si soy capaz de escribir cosas con demasiado sentido, lo intentaré en
otra entrada. Tiene multitud de temas involucrados y en algunos soy un perfecto
ignorante. De momento vamos con Lolita.
Está basada en una novela de Vladimir Nabokov,
que también escribió el guion.Cuenta la historia de una relación a dos bandas
entre el protagonista, Humbert Humbert, la señora Charlotte Haze y su hija
Lolita. En la película se aumenta levemente la edad de Lolita, hasta los 15
años. Pero aún así fue un bombazo, de taquilla y de opiniones encontradas. La
novela ya había supuesto un escándalo cuando se publicó en Europa, a ver si
vamos a creer que esto de los altercados por la publicación de libros o rodaje
de películas es de ahora…
La novela comienza así: “Lolita, luz de mi
vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía…”. Vaya comienzo. Lo malo
es que la actriz que interpretó a Lolita,
Sue Lyon, tenía solo 14 años, ni siquiera la edad para leer el libro y tampoco
para asistir al estreno de la película, prohibida para menores de 16. Desde
luego, en la película hay una historia de ímpetu pedófilo que hoy nos parece
repugnante. Eso de que el amor no tiene edad vamos a dejarlo, las leyes tienen
su alcance y sentido. Desde luego, no soy una persona que esté cómoda en estos
asuntos, que conviene tratar con cuidado y muchísimo respeto a los menores. La
frivolización de estos temas y jugar maliciosamente con ellos no es algo que me
guste ni un poco. Desde luego, es una extraordinaria película y un libro
magnífico, pero cuidado, hay muchos modos de leer las cosas. En El banquete de Platón también aparece Sócrates,
que acude con otras personas a un lugar en el que se va a comer, hablar y hacer
elogios al amor. Uno de los asistentes, un alumno del filósofo, cuenta
despechado como el maestro no accedió en esa ocasión a sus requerimientos
amorosos. ¿Es esto lo que debemos retener de la obra? Es más, ¿es lo esencial?
En absoluto: el diálogo habla del amor, del bien y de la belleza, no cojamos el
rábano por las hojas, como dice el refrán. Por supuesto, no soy partidario de
las prohibiciones que los puritanos promueven en todo el mundo. Al ritmo que
vamos, acabaremos por prohibir cualquier frase que alguien interprete desde su
particular visión del mundo como ofensiva, por si acaso. Sí soy partidario de
saber qué vamos a leer y de tener en cuenta circunstancias, tiempos e
interpretaciones. Del mismo modo que no explicamos integrales en preescolar,
tampoco todos pueden acercarse a todo. Creo que esto no es censura, sino
educación. La censura no es tratar a los niños como tales, sino tratar como
niños a los adultos, incapacitarlos para decidir por ellos mismos qué pueden
ver o leer. El Estado censor se autoproclama paternal vigilante y sancionador
de la pureza de sus súbditos, porque ser ciudadano es otra cosa.

La censura campó a sus anchas durante muchos años, con sus brazo eclesiástico y civil en estrecha colaboración, por muy
ridícula o repugnante que nos parezca ahora. Hoy, que tenemos a nuestro alcance
todo el mundo a golpe de clic, nos parece de otro siglo. Y es que,
efectivamente, fue de otro siglo, concretamente del siglo pasado. La censura
cinematográfica en España no fue implantada por Franco como mucha gente cree,
sino por Alfonso XIII en 1912 y no desapareció en España hasta finales de 1977.
Hoy tiene otras formas, más sutiles, pero no menos efectivas. Hoy se censura
haciendo imposible la publicación o la exhibición de algo. Algunos gobiernos se esfuerzan en controlar los buscadores de Internet para que sus súbditos no ven lo que no conviene que vean. Además, No olvidemos que los
grandes medios de comunicación de masas son grandes empresas capitalizadas y
que ese capital tiene titulares. A ver quien se atreve a hace un reportaje
sobre la corrupción en cierta empresa española… que es la dueña de dos cadenas
de televisión (es un ejemplo, un suponer; que nadie me demande por difamación).
En esas dos desde luego que nadie. Luego está la publicidad, temerosa de
ciertos temas y poco proclive a anunciarse en programas o empresas de
comunicación que causen escándalo. Los consumidores amenazan en ocasiones con
boicots a algunas marcas que patrocinan esos programas. Consecuencia: se retira
la publicidad y el programa cierra o suaviza sus contenidos. Quien dice el
programa dice la película, el periódico, etc. Así, algunos autores se
autocensuran por miedo a que su producto no encuentre distribución o, aun peor,
sea boicoteado.
No
obstante, a veces ocurre justamente al contrario. Se habla tanto (esto es lo
importante) y tan mal de una película o libro, que la gente tiene curiosidad
por él. Pasó en 2018 con el secuestro del libro de Nacho Carretero Fariña, que hablaba del narcotráfico
gallego y se encontró con ventas que no esperaba. Pasó con Teledeum, obra de Els Joglars en 1984, que llenó los teatros
También ese mismo año con Yo te saludo,
María (Jean-Luc Godard) o con Jesucristo
Superstar (Norman Jewison, 1973)… En el franquismo la lista es infinita;
padeció especialmente la censura Luis Buñuel, que tuvo que hacer buena parte de
sus películas en Francia y en México.

El
propio Kubrick, del que llevamos un tiempo hablando, la padeció repetidamente e
incluso llegó a autocensurarse impidiendo la exhibición de La naranja mecánica en el Reino Unido (se explica en un enlace al
final). La película fue prohibida en muchos países: Australia, Reino Unido,
Francia, España, Estados Unidos… Por cierto, en este país, cuando se autorizó
tras eliminar treinta segundos, fue clasificada X, que es también un modo de
censura, el destierro a un cine marginal y de escaso rédito comercial. No sé si
al personal le suena un tal Almodóvar… Pues en alguna película ha tenido que decidir si cortaba o
no ciertas escenas para que no lo desterrasen a las salas X. Y eso es mucho dinero.
Enlaces
sobre la censura en el cine:
Sobre la prohibición de La naranja mecánica:
Rita Hayworth canta en Gilda:
https://www.youtube.com/watch?v=JsfZX7H_-nA
Procedencia de las imágenes:
http://www.benitomovieposter.com/catalog/lolita-p-23639.html
https://www.filmaffinity.com/es/film943832.html
http://loquesomos.org/la-vida-de-brian-en-filmoteca/
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