lunes, 20 de diciembre de 2021

¿Está usted motivado?

Aunque no soy amigo de Congresos, esta semana he participado en dos. (…) De ambos he salido preocupado por lo que considero una excesiva psicologización de los problemas de conducta. He dedicado mucho tiempo a estudiar psicología, lo que demuestra mi aprecio por ella, pero reconozco que la psicología actual carece de una teoría del comportamiento libre y que su influencia en todas las ramas educativas, incluida la prevención de las drogodependencias, tiene que ser cuidadosamente evaluada.

Intentaré explicárselo en un folio. El concepto de “motivación” vino a sustituir hace muchos años al de “voluntad”. Citaré las razones que aducen para ello dos conocidos expertos: C. N. Cofer dice que las teorías de la motivación representaron un gran paso porque permitieron que se adoptara un punto de vista determinista para explicar la conducta, “cosa que antes de atribuía a factores tales como el alma o el libre albedrío” (“Psicología de la motivación”, Trillas, pág. 23). John Marshall Revé, en su obra “Motivación y emoción”, admite que la voluntad dejó su lugar a la motivación porque ésta implica un sistema determinista que puede ser científicamente estudiado. Lo que me recuerda la historia de aquel borracho que perdió una moneda en la oscuridad de un callejón, pero fue a buscarla debajo de un farol porque allí había más luz. Sustituir la voluntad por un sistema determinista para así poder estudiar científicamente el comportamiento también me parece un buen chiste.

Albert Ellis, un famoso psicoterapeuta, y sus colaboradores, acaban de hacer un descubrimiento sensacional: “Tenemos que decir a nuestros pacientes que las cosas pueden hacerse aunque uno no tenga ganas de hacerlas” (“Manual de terapia racional-emotiva”, DDB). Deliciosa ingenuidad, y dramático hecho que muestra hasta qué punto la concepción determinista nos ha contaminado. Los padres se quejan de que sus hijos no estudian porque no están motivados, lo que les parece justificación suficiente. También la prensa explica que un equipo ha perdido el partido porque no estaba motivado. ¿No se le ocurre a nadie pensar que el deber de ganarse decentemente el sueldo bastaba? No.

La concepción determinista de la conducta está empapando nuestros modos cotidianos de comportarnos, las relaciones familiares, laborales o económicas, y también los métodos de educación moral y de prevención de las drogodependencias. Terminaré con una cita de R. Harre, otro psicólogo: “La psicología actual aleja de la responsabilidad”. Cuando reclamo un concepto ético de inteligencia, más allá de la psicología, sé lo que digo.

 

José Antonio Marina, ABC Cultural, 2.V.97


 

 

EJERCICIOS:

 

1.      Enuncia la tesis que mantiene J. A. Marina en este texto. (Recuerda que la tesis es una frase enunciativa en la que el autor hace la afirmación principal, que indica su posición frente a la cuestión planteada, y que no debe confundirse con el tema ni con el problema. Dicha tesis puede entrecomillarse a partir de texto o puede elaborarla el alumno, pero no debe hacer decir al autor lo que éste no dice)

2.      Busca las definiciones de “motivación” y de “voluntad”. ¿Hay diferencias entre ellas?

3.      ¿Cuáles son las razones por las que el concepto de “motivación” sustituyó al de “voluntad” (puedes hacer un resumen de ellas)?

4.      Cuando hablamos de motivación se distingue entre motivación extrínseca e intrínseca. Define ambas y pon un ejemplo de cada una. Indica también una definición y ejemplo de motivación mixta, que no sean en ningún caso los del libro.



Prodecencia de la imagen:

https://www.becas-santander.com/es/blog/motivacion-intrinseca-y-extrinseca.html



jueves, 2 de diciembre de 2021

Refuerzos y castigos (Psicología)

En mi experiencia, dos de los términos que más cuesta entender son el de refuerzo y castigo. Son dos conceptos importantísimos, dos pilares fundamentales en el condicionamiento operante (una de las teorías más importantes en la historia de la psicología) y siguen teniendo vigencia a día de hoy.

El condicionamiento operante nos dice que nuestras conductas se ven modificadas por los estímulos que las siguen, pudiendo aumentar su probabilidad de emisión o disminuir. La confusión se produce porque pensamos que “refuerzo” consiste en dar algo bueno para aumentar una conducta, y castigo en dar un estímulo negativo, pero no es así.

Hay una manera sencilla de explicarlo, refiriéndose a lo que queremos conseguir:

·   Si queremos aumentar la probabilidad de una conducta, hablamos de refuerzo.

·   Si queremos disminuir la probabilidad de una conducta, hablamos de castigo

A su vez, si lo que se hace tras la conducta es emitir un estímulo hablamos de positivo, y si lo retiramos, hablamos de negativo. Así que sumando las dos cosas, quedarían estas cuatro respuestas posibles ante una conducta:

·  Refuerzo positivo: Emitir un estímulo para aumentar la probabilidad de una conducta. Es el refuerzo que se conoce en la cultura general: comprarle chucherías a un niño si se porta bien, alabar a un empleado tras hacer su trabajo a tiempo…

·   Refuerzo negativo: Retirar un estímulo aversivo para aumentar la probabilidad de una conducta. Quitar un castigo a un hijo tras estudiar es un ejemplo clásico con niños.

·  Castigo positivo: Emitir un estímulo para disminuir la probabilidad de una conducta. Una sanción para el empleado que llega tarde, un golpecito en la pata a un gato que está arañando…

·  Castigo negativo: Retirar un estímulo para disminuir la probabilidad de una conducta. Se ve mucho en padres que dejan de hacer caso al niño cuando se pone a gritar, retirarle los juguetes a un niño que le está pegando a su hermano…

 

Procedencia:

https://psicosaludtenerife.com/2014/02/06/refuerzo-y-castigo/



EJERCICIOS:

1.     Juan tiene la obligación de limpiar los cuartos de aseo todos los miércoles. Cuando trae las notas a casa, y son buenas, sus padres le quitan esa obligación durante un mes.

 

2.     El hermano de Juan, Alejandro, ha tenido peores resultados: ha suspendido todas las asignaturas. Sus padres deciden quitarle el móvil.

 

3.     La madre de Juan puede hacer horas extras en el trabajo. El jefe le dice que las pagarán a 50€ cada hora.

 

4.     Sin embargo, el padre no ha tenido tanta suerte. Al volver del trabajo le han puesto una multa por exceso de velocidad.

 

5.     Juan ha seguido estudiando. Sus padres no pueden premiar con dinero su esfuerzo porque han de hacer frente a la hipoteca, pero le hacen notar su orgullo con palabras amables con las que él sabe que están contentos.

 

6.     Alejandro está celoso y deja de estudiar a propósito. Los padres, además, del móvil, le retiran los videojuegos y se muestran enfadados con él.

 

7.     No obstante, Alejandro tiene otros intereses, le gusta escribir poesía. Su sueño sería ganar el Adonais.

 

8.     Si lo ganase, tal vez sus padres le retirasen el castigo.

 

9.     El padre, por causa de los atascos de Madrid, ha vuelto a llegar tarde al trabajo. Su jefe le ha amenazado de despido y le va a descontar 100€ de sueldo el próximo mes.

 

10.La madre ha decidido, ya que la conducta de Alejando no cambia, alterar la estrategia. A partir de ahora le dará 10€ por cada examen en el que saque más de un 5 y 2€ más por cada punto extra. A ver si así se consigue que mejore.

 

11.Juan se ha enterado y pide lo mismo. Sus padres dicen que ni hablar, que él es un buen estudiante y que, si deja de portarse como esperan de él, le obligarán a limpiar los cuartos de aseo cada día.