viernes, 24 de julio de 2020

Diario de un profesor peliculero (36): de cómo el cine ha tratado a los influencers de la filosofía

Friedrich Nietzsche - Wikipedia, la enciclopedia libre

Ayer terminé la entrada haciendo referencia a la extensión. Me gusta el formato blog mucho más que el formato Twitter precisamente por eso. Con 280 caracteres (hace poco 140) no se puede decir nada que tenga un mínimo de consistencia, un desarrollo medianamente razonable. Por el contrario, el blog permite extensión y frecuencia a gusto del autor y del tema a tratar.

Seguramente por eso el formato blog no pasa por sus mejores momentos, al contrario que la red del pajarito, que está en su esplendor en estos instantes. Pero, insisto, 280 caracteres. No se puede desarrollar nada a no ser  que hagamos un hilo (lo que ya es un blog; de hecho Twitter es un microblog). De este modo, nos acostumbramos a consumir píldoras de pensamiento, instantes, flashes. Una vez nuestra dieta es esta, cualquier otra cosa nos parece indigesta, se nos hace bola. De modo que, en una retroalimentación fácil de entender, leemos textos de poca extensión y eso nos hace muy difícil abarcar textos más largos, pero como no leemos textos largos, nos refugiamos en textos cortos.

La filosofía a algunos les da miedo. Piensan en Kant, en Hegel, en Tomás de Aquino…, grandes hacedores de monumentales obras, por su importancia y por su extensión. Casi todos acaban refugiándose en libros más accesibles. Ay, lo malo es que muchos de ellas no son filosofía, sino sucedáneos, es decir, autoayuda. Y de la mala. No ayuda el hecho de que en las librerías se ponen una al lado de la otra. Veamos: ¿Crítica de la razón pura o Cómo ser feliz sin sufrir? Es más, mucha de esta autoayuda no hace otra cosa que enmascarar la realidad; bajo la excusa de la resiliencia (DRAE: “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”), hace al ser humano bovino y sumiso ante una realidad a la que no hay que acostumbrarse, sino cambiarla. En ese sentido, la filosofía no puede ser un mensaje de acomodación, sino de transformación.

Pero si el personal quiere huir de textos de largo aliento, aunque mantengan la intensidad y la seriedad, el maestro es Nietzsche. Debido a su lamentable estado de salud, los médicos le prohibieron que leyese y escribiese mucho tiempo, así que Nietzsche, jubilado prematuramente por la universidad de Basilea, se convirtió en un viajante por Europa, a la búsqueda de una salud que no tenía ni iba a recobrar. En sus largos paseos escribía en papeles pensamientos cortos que distribuía por sus bolsillos. De este tiempo se conservan textos de una fuerza arrolladora, pero escritos en parágrafos o aforismos. El peligro de ellos es que todo se quede en una especie de eslogan vacío de intensidad. No era esto lo que proponía Nietzsche, que decía que el hombre moderno debe renunciar a serlo y ser vaca, es decir, rumiar. Me pregunto qué diría en tiempos de Twitter… A lo mejor era uno de estos líderes de opinión, un influencer, un creador de pensamiento a través de las redes. Que los hay, no todo es banalidad e insultos.

Más allá del bien y del mal (1977) - Filmaffinity
El mundo del cine se ha acercado a Nietzsche en alguna ocasión. Vi hace años la película Más allá del bien y del mal (Liliana Cavani, 1977), centrada muy especialmente en las relaciones amorosas entre el filósofo alemán, Lou Andreas Salomé y Paul Reé. Poca filosofía y cierto morbo, necesitaba más desarrollo y menos licencias biográficas. También se rodó, basada en un libro de Irvin D. Yalom, El día que Nietzsche lloró, una película homónima (Pinchas Perry, 2007), que no he visto, aunque sí he leído el libro. El tema es muy sugerente: narra el encuentro entre el psicoanalista Joseph Breuer y Nietzsche a instancias de Lou Andreas Salomé. Parece que tal encuentro no tuvo lugar, pero las conversaciones entre ambos son más que sustanciosas, no olvidemos que Breuer fue amigo de Freud e influyó mucho en él, especialmente en el método catártico y en el tratamiento de la histeria. Nietzsche y Freud comparten muchos temas, muy especialmente el de la culpa. En su Autobiografía, Freud hace referencias al filósofo, pero niega la influencia. El libro puedo recomendarlo, así como muchas novelas del autor de temática filosófica (he leído con sumo placer La cura Schopenhauer y El enigma Spinoza).

Recientemente se ha rodado una película sobre la mujer que tanta influencia tuvo en la vida de Nietzsche: Lou Andreas Salomé (Cordula Kablitz-Post, 2016). La vi hace un par de años y la decepción fue total. Estoy leyendo críticas que por una vez coinciden con mi impresión: convencional, sin pulso, superficial, desaprovechada… Seguramente fue una mujer extraordinaria, epicentro de la cultura europea a finales del siglo XIX y principios del XX; se relacionó con Nietzsche, con Freud, con Reé, con Rilke… Tiene una amplia bibliografía que es casi desconocida. Merecía más, desde luego.

Hannah Arendt (2012) - FilmaffinityPor no ser un cascarrabias cinematográfico, citaré una película maravillosa sobre una filósofa: Hannah Arendt (Margarethe von Trotta, 2012). Hay otra, también muy estimable, pero que es un documental, Vida activa, el espíritu de Hannah Arendt (Ada Ushpiz, 2015), que profundiza en su pensamiento y en su relación intelectual y personal con el filósofo Martin Heidegger. La primera se centra en un episodio de la vida de la pensadora judía Hannah Arendt, ya establecida en Estados Unidos y con su obra reconocida. Cuando a comienzos de los años sesenta los servicios secretos israelíes secuestraron al nazi fugado Adolph Eichmann para juzgarlo en Jerusalén, la revista The New Yorker envió a la filósofa a cubrir el juicio y escribir una serie de artículos al respecto. Lo que redactó no gustó a la comunidad judía, que, según parece, esperaba un texto condenatorio y no un análisis filosófico. El libro es Eichmann en Jerusalén y su subtítulo es “Un estudio sobre la banalidad del mal”, expresión que tanta fama ha hecho después y que se ha tergiversado tanto.

Muy recomendables ambas. Recomiendo verlas en versión original con subtítulos. Hace muchos años, en uno de esos grupos de 2º de Bachillerato, que el azar nos regala de vez en cuando a los profesores, hablé de esa película, que había ido a ver a Madrid. Por supuesto, silencio, mejor que hable de la película a que siga con las categorías kantianas… Dos meses después, en una de mis excursiones a la capital me encontré con una pareja de ese grupo. Me dijeron que habían venido a Madrid a ver la película y en versión original. No sé por qué no les di un abrazo allí mismo, no todo cae en saco roto, como a veces creemos. Aquella semilla sí prendió.

Cartel de El joven Karl Marx - Poster 1 - SensaCine.com
Sobre Eichmann también se ha rodado mucho. Recomiendo The Eichmann show (Paul Andrew William, 2015), un relato del juicio, el primer juicio televisado, concretamente a 37 países.

Más biopics sobre filósofos: El joven Karl Marx (Raoul Peck, 2017). Pasó sin pena ni gloria por los cines, en muchísimas ciudades ni siquiera se estrenó. Como su título indica, se centra en la juventud de Marx, en las circunstancias históricas y personales que le llevan a su pensamiento de transformación social. Termina cuando Marx, ya no tan joven, se decide a escribir El capital, su obra magna y base de muchas otras filosofías de transformación sociopolítica del siglo XX. Desde luego, también la base de muchos movimientos políticos revolucionarios que, por cierto, desconocían casi totalmente la obra de Marx. Pero eso es otra historia.




Película Más allá del bien y del mal (Youtube indica que “Este vídeo puede ser inadecuado para algunos usuarios"):

Película El día que Nietzsche lloró:

Película Hannah Arendt (en español latino):

Información sobre Hannah Arendt:



Procedencia de las imágenes: 
https://es.wikipedia.org/wiki/Friedrich_Nietzsche
https://www.filmaffinity.com/es/film605921.html
https://www.filmaffinity.com/es/film183601.html
http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-235590/fotos/detalle/?cmediafile=21469489


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