jueves, 4 de junio de 2020

La función y justicia de los impuestos (Valores 4º ESO)


Impuestos, un dolor de cabeza obligatorio – Iousa The Movie

Impuestos. No sé si se repara bien en la palabra: impuestos, no voluntarios.

Voluntariamente preparamos la comida que nos apetece. Voluntariamente vamos al cine, a tomar el aperitivo con los amigos. Voluntariamente colaboramos con una ONG dando algo que tenemos: parte de nuestro tiempo o parte de nuestro dinero. Nadie nos obliga. Son cosas buenas, agradables en la mayor parte de los casos.

Y luego están los impuestos. Los deberes. Ah, claro, deberes son obligaciones. Puede ser que los deberes procedan de la conciencia y se hagan porque sentimos que debemos hacerlos. Aquí juega mucho la educación que nos han dado. Es difícil negarnos, pero hay una cierta voluntariedad.

Y luego están los impuestos. Veamos. Cojo mi nónima y veo que entre el sueldo bruto y el sueldo neto hay una diferencia de unos cientos de euros. Tengo suerte, mi sueldo es bueno; no para tirar cohetes, no tengo más que un utilitario, una bicicleta y un piso del que el banco es propietario aún de una parte. Pero no me quejo, no debo.

En mi nómina aparecen conceptos muy extraños: entre otros, algo que se llama cotizaciones a la Seguridad Social y también una cifra muy abultada que se llama IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). Nadie me ha pedido permiso para detraer de mi sueldo bruto esas cantidades que, en suma, ascienden casi a un treinta por ciento. Dicho de otro modo, de cada tres euros que gano, en realidad son dos para mí y uno para el Estado.

¿Qué es esto? ¿Es un robo, una expoliación? ¿Por qué a algunos trabajadores se les retienen pequeñas cantidades, a otros cantidades más elevadas y a otros la mitad? ¿Por qué los autónomos no pagan del mismo modo que los asalariados? ¿Por qué escuchamos que algunos tipos no pagan sus impuestos en España o lo hacen en cantidades ridículas o a través de empresas? Raro, todo esto es muy raro para el común de los mortales.

En general hay dos grandes tendencias respecto a los impuestos: la primera  diría que son esencialmente confiscatorios y que cada persona debe cobrar todo lo que gana. El Estado debe ser mínimo y sus servicios los tiene que pagar cada ciudadano. La segunda diría que los ciudadanos viven necesariamente en sociedad y han de ser solidarios con los que viven en el mismo país, por lo que los impuestos son completamente necesarios, es más, cada ciudadano debe pagar al Estado y es éste el que redistribuye riqueza y servicios.

Estos son , algo caricaturizados, los extremos. No hay país sin impuestos. Eso sí, los hay en los que se pagan menos y otros en los que se pagan más. Las economías de inspiración capitalista o liberal insisten en que hay que pagar muy poco y que el Estado debe ser lo mínimo posible. Por lo tanto,  cada ciudadano tendría que pagar su educación, sanidad, pensiones… Que cada uno se haga cargo de sus necesidades y gastos.  Las economías de inspiración socialista o socialdemócrata, por el contrario, aumentan el “tamaño” del Estado y, por lo tanto, sus gastos, por lo que los impuestos se hacen más necesarios.

Si la solución fuera fácil no habría ideologías políticas, teorías económicas ni tantas y tan diversas maneras de organizar las sociedades.

Hace unos años, Intermón Oxfam hizo un corto en el que mostraba esta cuestión. Como en el temario del este curso se abordan esos problemas, y las circunstancias no me han permitido entrar en ellos propongo ahora que veáis el corto y realicéis una sencilla tarea. Se trata de desarrollar una disertación que responda a este título: ¿Cuál es la utilidad y la justicia de los impuestos? Esto te va a obligar a buscar información, no a copiar.

Es más, este ejercicio está diseñado para los alumnos que están aprobados, y dado que tendríamos una o dos clases presenciales antes de la evaluación final extraordinaria en situación normal, no puede extenderse mucho en el tiempo. No obstante, puede enviarse al profesor hasta el día 23 de junio, con el fin de que pueda leer con calma lo escrito y responder también por escrito a cada uno de los estudiantes que lo remitan antes de que acabe el mes. No tendrá repercusión alguna en la nota.

Este profesor quiere hacer una petición a sus alumnos: dado que no cuenta para nota -ya están puestas- voy a ser muy sincero y directo: no enviéis nada que no esté meditado, razonado, bien explicado y desarrollado. Y no mandéis nada pirateado de internet. En muchos está tan arraigada la costumbre del corta y pega que son incapaces de hacer algo original. Por supuesto que puede consultarse internet (y libros y periódicos), pero todo lo que no es propio debe estar referenciado y, si es literal, citado entre comillas.

No cuenta para nota, no enviéis cualquier cosa para salir del paso.


CORTO:
https://www.youtube.com/watch?v=KWo1P4CXXp0



Procedencia de la imagen:
http://iousathemovie.com/2019/10/17/impuestos-un-dolor-de-cabeza-obligatorio/



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