No creáis que me gusta esto de los días mundiales. Los hay de cosas absolutamente imprescindibles y reinvindicables, pero también auténticas memeces y no conviene confundir unos con otros.
Si dedicamos un día a la Filosofía, ¿eso es que los otros 364 podemos librarnos de ella? ¿Es un adorno cultural, un lujo innecesario, algo así como una especie protegida? No creo: la filosofía es argumentación, racionalidad, consiste en no fiarse, en pedir justificación de lo que se dice. Es, desde luego, actividad principal del ser humano, ése que se reclama libre y racional. Por lo tanto, no se puede renunciar a ella ni un solo día, a no ser que desee ser prehomínido o cani/choni a tiempo completo.
Escribo estas líneas para recordaros que ayer también fue el día de la filosofía. Y mañana. No permitáis que alguien os haga pensar como ellos, es decir, no pensar. Recordad a Kant: "Sapere aude!", esto es, ¡atrévete a pensar! No se necesita un día para eso.
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